No hacer política es hacerla

No hacer política, es hacer política también

Editorial

Julio Lumbreras Astorga

Ya son 42 años de democracia en España, en todos estos años nos hemos acostumbrado a que los políticos nos mientan, nos roben, nos traicionen y como esas madres que aman a sus hijos asesinos les perdonamos todo.

Los líderes políticos de hoy poseen las taras del siglo veinte, incluso los más jóvenes las han heredado y no parecen interesarse por la ética, ni la moral; algunos de estos líderes de izquierda, derecha o centro (¿Será válido hablar aún de izquierda y derecha, cuando ya nada es lo que dice ser?) son iguales o nos resultan muy parecidos en sus procedimientos, algunos son expertos en esas taras y otros principiantes; ¿tendrán que pasar un par de generaciones para que vengan otros líderes que no tengan nada que ver con el pasado ruinoso de la vieja política?

En estos 42 años la democracia no se ha interrumpido

Sin embargo, en estos 42 años la democracia no se ha interrumpido, pese a todas las crisis los españoles hemos podido superar los peores momentos de la llamada “Crisis económica”, aunque hay que reconocer que esos momentos nos han costado mucho, precariedad, injusticia, desigualdades en todos los ámbitos, pérdida de derechos.

Con este texto no quiero justificar nada, porque aquí todos somos responsables en mayor o menor medida, ya sea por pensamiento, palabra, obra u omisión; en política nadie se salva porque no existe el ser apolítico como tal, puede que no tengamos partido político pero tenemos una posición política, incluso cuando decimos que no nos interesa la política estamos asumiendo una posición política.

Así que en estos próximos años, las decisiones que tomemos afectarán por mucho tiempo a Valdemoro y a los que vivimos en él, a nuestros hijos y nietos, mostremos cuál es el mejor camino para recuperar Valdemoro, su democracia y la dignidad como personas y como sociedad dentro de una España Plural y Progresista.

¡Qué nadie se quede fuera!