Las claves del primer juicio de la trama Púnica: Granados en el banquillo de los acusados

El juicio ha arrancado en la Audiencia Nacional hoy martes y se prolongará hasta finales de semana. Es el primero de los muchos que se esperan en torno a la trama de corrupción política Púnica.

Noelia Melero.-

El juez Eloy Velasco partió la causa en más de quince piezas que se irán transformando en juicios a lo largo de los próximos años, la mayoría de ellas ahora bajo la tutela del juez Manuel García-Castellón.

Los acusados

El ex consejero madrileño y ex dirigente regional del PP de Madrid, Francisco Granados y los dos guardias civiles, José Manuel Rodríguez Talamino y José Luis Caro Vinagre, que son los que supuestamente alertaron a Granados de la existencia de una investigación en torno a su socio y amigo, David Marjaliza.

Los hechos

José Manuel Rodríguez Talamino, guardia civil que formaba parte de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado, es el supuesto autor del chivatazo, el responsable de dar el soplo a Granados sobre la instalación de una cámara de seguridad frente al edificio donde David Marjaliza habría llevado a cabo los negocios corruptos en la localidad de Pinto.

El edificio Éboli de Pinto era el lugar clave donde el empresario se reunía con funcionarios, políticos y colaboradores, donde se pagaban numerosas comisiones y donde también se destruyó buena parte de las pruebas cuando supo que la UCO le seguía los pasos.

Talamino actuaba de enlace entre el ex alcalde de Valdemoro y José Luis Caro Vinagre, también guardia civil con un cargo de confianza en la Comunidad de Madrid.

La Fiscalía Anticorrupción

El fiscal pide condenas de tres años de cárcel para los acusados a los que imputa delitos de revelación de secretos y aprovechamiento de revelación de secretos con grave daño para la causa pública en septiembre de 2014.

El chivatazo de Talamino fue el que llevó a Granados a prisión un mes después y que, según la Fiscalía, le permitió destruir pruebas y esconder dinero en efectivo no declarado, como el millón de euros que ocultó en el altillo de una habitación de sus suegros.

Además, la Fiscalía critica la actuación de Granados que trató de amurallarse para buscar la impunidad corrompiendo a funcionarios, concejales y fuerzas de seguridad para conseguir la impunidad de sus acciones.

El tráfico de información entre Francisco Granados y David Marjaliza ha quedado documentado, gracias a las llamadas intervenidas a los acusados.

La defensa

Por su parte, el abogado de Granados, Javier Vasallo, ha solicitado la nulidad del proceso por falta absoluta de motivación de algunas de las pruebas y alegando que las intervenciones telefónicas son nulas al vulnerar el derecho de intimidad y el secreto de las comunicaciones de los acusados.

Asimismo, el letrado ha protestado acerca de la ausencia de Marjaliza en el proceso, ya que a su juicio, este sería la única persona que pudo obtener algún lucro del chivatazo.

Granados lleva en prisión preventiva desde el 31 de octubre de 2014 y éste es el primero de los juicios a los que tendrá que enfrentarse por su participación en la trama Púnica.

 

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