Rotadiones de prácticas de los Alumnos de Bioética

Alumnos del Máster de Bioética de la UIMP han realizado rotaciones en el hospital

El Departamento de Bioética Clínica del Hospital Universitario Infanta Elena, comprometido con la formación de nuevos profesionales

Redacción/ Valdemoro Digital

El Departamento de Bioética Clínica (DBC) del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña (Sermas), ha acogido a alumnos del Máster Universitario en Bioética Clínica que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) organiza, junto con la Fundación José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón (FOM) y el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset (IUIOG), en una rotación de prácticas durante la que los estudiantes se han incorporado a la rutina de trabajo de este departamento.

El Dr. Francisco Javier Ruiz Hornillos, miembro del DBC y jefe del Servicio de Alergología del hospital valdemoreño, ha explicado que “una Bioética únicamente teórica no es completa, motivo por el cual ponemos a disposición de los alumnos la práctica clínica del día a día en el hospital, haciendo patente la Bioética a pie de cama y al lado del profesional”.

Una experiencia que califica de beneficiosa tanto para los alumnos como para los miembros del Comité de Ética Asistencial (CEAS), del que nació en 2019 el Departamento de Bioética Clínica: “Se trata de una simbiosis -apunta-, ya que los estudiantes pueden comprobar que toda la formación teórica que han estudiado en el máster tiene su reflejo en el día a día del hospital pero, por otra parte, también aportan todas sus reflexiones al departamento y nos dan su visión externa, mejorando la formación continua de los miembros del mismo”.

Formación práctica como parte del compromiso

Desde el punto de vista meramente académico, el Infanta Elena demuestra nuevamente su compromiso con la Bioética, como ya hizo siendo el primer hospital de España en crear un departamento ad hoc, y refuerza ahora con esta implicación en la formación especializada a través del citado máster, con lo que ahonda en el cumplimiento de sus objetivos en este sentido.

Concretamente, el Departamento de Bioética Clínica pretende integrar la Bioética como parte habitual de la práctica clínica, de la forma más cercana al paciente y más práctica posible, sensibilizando, difundiendo y promocionando el pensamiento ético; proporcionando formación en Bioética Clínica; asesorando ante conflictos éticos en la práctica asistencial; y promoviendo la investigación y el desarrollo de esta disciplina.

En el ámbito de la formación, cuatro profesiones del centro (un alergólogo, un cirujano general, una geriatra y una trabajadora social) se dedican a la docencia de los alumnos del Máster de Bioética, en el que se abordan “todos los temas que nos podríamos encontrar en la práctica habitual”, explica la Dra. María Herrera Abián, jefa de los servicios de Geriatría y de Cuidados Paliativos del hospital valdemoreño, y miembro también del DBC.

Sin embargo, lo realmente diferenciador respecto a otros programas de Bioética es su aplicación práctica a través de estas semanas de rotación en el hospital, durante las cuales los estudiantes pueden aprender la transversalidad de esta disciplina en todas las aplicaciones clínicas de la Medicina. Y es que “cualquier especialidad puede estar involucrada en un conflicto ético, ya que cada acto médico es un acto ético”, apunta la especialista.

Precisamente esa oportunidad de realizar prácticas es uno de los aspectos más destacados por los alumnos del máster. “Es el único máster de Bioética con prácticas, lo cual permite aterrizar conceptos teóricos estudiados; es decir, que es la mejor fórmula para que realmente sea útil”, apunta el Dr. Antonio Blanco Portillo, tras su rotación en el departamento, mientras valora la involucración del comité en el mismo. Su compañera de máster, la Dra. Paula Martínez de la Cruz, hace también una valoración muy positiva al respecto destacando cómo la rotación le ha hecho ver “la importancia de la consultoría ética en la práctica diaria y la necesidad de profesionalizar la Bioética y contar con profesionales formados y motivados en ella”.

La importancia de la Bioética

“El cuidado ético de los pacientes durante la crisis sanitaria generada por la Covid-19 ha demostrado que tener bioeticistas en los equipos mejora la calidad humana de todas las acciones”, asegura por su parte el Dr. Pedro Pacheco, director del DBC y jefe de la Sección de Coloproctología y Suelo Pélvico del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Infanta Elena, recalcando su relevancia dentro del hospital. “Los profesionales, pacientes y familias con las que colaboramos -añade- agradecen la cercanía, el seguimiento y la orientación prestada. Esto demuestra que se trata claramente de un factor diferenciador”.

Sobre los próximos pasos para el máster, Luzma González Morales, docente del mismo y trabajadora social del hospital valdemoreño, afirma que se dividen en tres ejes: mejorar su planificación, ampliar la participación de distintos servicios médicos del hospital y aumentar la difusión y conocimiento interno del máster en el propio centro.

Con la mirada exclusivamente en el Departamento de Bioética Clínica, asegura que los retos a los que se enfrentan son variados pero que pueden resumirse, también, en tres pilares de acción: ampliar las líneas de formación; mantener y mejorar la cercanía, presencialidad y rapidez en las intervenciones; e iniciar nuevos estudios relacionados con la Bioética Clínica. “El objetivo final es conseguir que todos los profesionales tengan herramientas para tratar dilemas éticos y que el departamento continúe investigando, ampliando así nuestras miras, y continuando con su formación”, afirma.