Escenificación en acto a víctimas del COVID-19

Escenificación en el acto de recuerdo a las víctimas de la COVID-19 en Valdemoro

Los sanitarios reivindican el papel de la atención primaria

Los políticos: Ni una sola referencia a los refuerzos necesarios en la Sanidad Pública o la medicalización de las Residencias de Mayores

Redacción/ Valdemoro Digital

Durante el acto, al que asistieron medio millar de personas, los vecinos y vecinas presentes de Valdemoro, pudieron recordar a quienes ya no están y conocer de primera mano cómo vivieron la pandemia quienes la combatieron desde los dos centros de salud del municipio y desde el Hospital Universitario Infanta Elena, labor por la que fueron distinguidos con la Medalla de Oro de la Villa, de la que les hizo entrega el alcalde Sergio Parra, que volvió de sus “vacaciones de verano” para asistir al acto.

REIVINDICACIÓN DE LA ATENCIÓN PRIMARIA Y LA SANIDAD PÚBLICA

De «la sensación de irrealidad» habló Joaquina Reguillo, directora del Centro de Salud Valdemoro, que hizo un emocionado relato de los días vividos, en los que “pasaron de la certeza de la invulnerabilidad y de conocer las pandemias por las películas a la intuición de saber que se enfrentaban a un monstruo colosal».

Reivindicó abiertamente a la Atención Primaria de la que dijo que “había quedado invisibilizada” ya que “han realizado un millón de consultas, han sido el refuerzo de otros servicios y porque gran parte de los médicos y enfermeras que han enfermado de coronavirus pertenecían a este ámbito asistencial”.

Habló de la necesidad de «pelear por lo que es justo» y agradeció las muestras de apoyo de los vecinos y vecinas de Valdemoro que durante los momentos más duros ya incluso les llevaban comida, les trasladaban en coches particulares a consultas domiciliarias o les confeccionaban pantallas y mascarillas. Para finalizar con un importante deseo: «por favor, cuídense».

Por su parte la directora del Centro de Salud El Restón, Julia Caballer, destacó la colaboración con todos los servicios de emergencias: «el equipo éramos todos».

Caballer habló de «la mezcla de miedo-terror y amor a la profesión; del duro adiós a los pacientes que se iban» y de cómo “se quedaron solo tres médicos para atender a toda la población de Valdemoro”.

Agradeció también “la ejemplaridad y entrega de la ciudadanía y concluyó instando a no bajar la guardia para evitar que aquella situación se repita”.

Por su parte, el gerente del Hospital Universitario Infanta Elena, Juan Antonio Álvaro expuso: «no puede volver a suceder. Hay que ser consecuentes con quienes lo han pasado mal y con quienes se fueron sin tener una despedida».

También tuvo palabras de elogio para el personal del Hospital Infanta Elena porque durante ese tiempo «ha desarrollado todo tipo de funciones independientemente de cuál fuera la suya».

ENTREGARON OTRAS DISTINCIONES A LA SOLIDARIDAD Y LOS TRABAJOS IMPRESCINDIBLES

Además del personal sanitario, el Ayuntamiento reconoció a medio centenar de personas, empresas, entidades y servicios por su trabajo o su labor solidaria durante la pandemia con el fin de garantizar los abastecimientos, la seguridad, los servicios sociales o asistenciales, el suministro farmacéutico, los servicios mínimos presenciales de la Administración local o los telemáticos y el teletrabajo entre otros.

La entrega de las distinciones corrió a cargo de los portavoces de todos los grupos de la Corporación -Ángel Díaz-Flores (Cs), Serafin Faraldos (PSOE), Antonio Corrales (Vox), David Conde (PP) y Javier Carrillo (MMV), así como de la primera teniente de alcalde, Raquel Cadenas, y de la segunda teniente de alcalde, Marta Blázquez y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Los trabajadores de FCC Group y su comité de empresa “Ninguneados” en el acto, fueron excluidos de la parte oficial del acto, incluyendo a un sindicalista de UGT, minoritario en el Comité de Empresa.

LOS MAYORES EN LAS RESIDENCIAS SOLOS Y A SU SUERTE

El alcalde, Sergio Parra, que dijo dirigirse a sus conciudadanos «como un vecino más», centró su intervención en la tristeza «por los mayores que se fueron dejándonos una sociedad mejor que la que recibieron»; el agradecimiento «a la heroicidad de quienes nunca quisieron ser héroes, a los trabajadores y trabajadoras imprescindibles y a los vecinos y vecinas de Valdemoro que supieron cumplir con su obligación y dar muestras de solidaridad y, por último la responsabilidad».

Discurso formal y ausente de autocrítica, pues al Sr. Parra durante lo peor de la crisis, ni se le vio, ni se le esperaba. Ocultó la situación en la Residencia Municipal de Mayores Nuestra Señora del Rosario, donde “según cifras oficiales” habrían fallecido 41 mayores, muchos de ellos sin poder recibir la atención hospitalaria necesaria.

DÍAZ AYUSO: NI UNA SOLA REFERENCIA A LOS REFUERZOS NECESARIOS EN SANIDAD PÚBLICA NI A LA MEDICALIZACIÓN Y CONTROL DE LAS RESIDENCIAS DE MAYORES

La presidenta de la Comunidad de Madrid tomó el relevo para decir que «la Comunidad de Madrid siente como suyo el dolor de todas y cada una de las familias» y recordó a los más jóvenes que tienen que «seguir protegiéndose para poder continuar con sus proyectos vitales y honrar a las víctimas».

Ayuso definió este acto como «un símbolo del esfuerzo y la entrega de todos aquellos que no han mirado por su bienestar sino que se han preguntado qué podían hacer por los demás y lo han hecho; de los valores de convivencia y respeto mutuo y de la conciencia de pertenecer a una sociedad en la que nadie es ajeno al bienestar de sus semejantes y lo demuestra cada día».

La intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, adoleció de la mención a los refuerzos necesarios de la sanidad pública, o de la medicalización de las residencias de mayores a la que ha sido obligada por sentencia judicial.

El postureo de los políticos, hacen decaer el sentimiento genuino de los presentes en este tipo de escenificaciones y homenajes, sin ninguna autocrítica, esbozan bonitas palabras escritas por algún asesor “bien pagado”, pero carentes de verdadera sensibilidad hacia las víctimas fallecidas y sus familiares, por la desatención o el abandono en las residencias de mayores.

LA ESCENIFICACIÓN: POESÍA Y MÚSICA

Marisa Carrera, que interpretó la Colombiana al Cristo de la Salud desde la ventana del antiguo Consistorio, con la velas y las luces de los coches de emergencias como única iluminación, trayendo así a la memoria de la concurrencia los conciertos en los balcones durante el confinamiento.

El escritor local Fernando Martín Pescador, se expresó “en defensa de los servicios básicos” como la salud.

El canto de los pájaros, de Pau Casals, interpretado por Ensemble Musicovis fue el fondo musical para rendir tributo a los fallecidos. Con el público puesto en pie, un representante de Protección Civil y otra de los Servicios de Emergencias colocaron una corona de laurel en su memoria, junto al olivo que presidía el escenario.

A partir de ese momento se desarrolló la velada poético-musical. Con la voz estrangulada por la emoción, José Antonio Pérez, del Aula de Poesía del Centro Municipal de Mayores, puso voz a los allegados a las víctimas. Tras mostrar su «sentimiento de profundo dolor por las personas que nos han dejado» y especialmente, por varios de sus compañeros, voluntarios y amigos del centro de mayores donde surgieron los primeros casos en Valdemoro, recitó su poema: Como una brutal venganza.

A continuación, el cantautor local Edgar Rey, interpretó una canción compuesta durante el confinamiento; la Elegía para Valdemoro, de Luis Miguel Rollón, a la que puso voz Elvira Soto, e Ismael Alonso y su reivindicación del poder sanador de los versos y la literatura como introducción a sus dos poemas: Otro poema a la lluvia y Como luciérnagas en la noche.

El cierre musical del evento vino de la mano del Ensemble Musicovis, con un repertorio musical desde Albinoni a Morricone, y al que se unió la Coral Villa de Valdemoro. Juntos interpretaron tres piezas, una de ellas, fue una versión en español del Aleluya de Cohen.