Estímulos de la UE: preocupación transformada
Plan de estímulos de la UE: preocupación transformada en acción
Por Moris Beracha / en Valdemoro Digital
Las discusiones tomaron largas horas. Se suscitaron uno que otro desacuerdo. Y, finalmente, el Plan de Estímulos de la Unión Europea contra la Covid-19, por un monto estimado en 1,8 billones de euros (unos 2 billones de dólares, aproximadamente), fue aprobado.
Llegó el tan esperado consenso. Los actores presentes en esta negociación se comprometieron en asumir todos y cada uno de los compromisos de este programa, que tiene como finalidad apoyar la reconstrucción económica de los países que han sido mayormente afectados en sus finanzas por la pandemia.
Y así, efectivamente, los 27 integrantes de la Unión Europea lograron dirimir sus diferencias en lo concerniente a la implantación de este fondo de recuperación, y cómo apoyará para sacar a Europa de la mayor crisis económica experimentada desde la II Guerra Mundial.
El extenso período de negociación se dedicó a ponerse de acuerdo en cuanto a las condiciones y criterios que privarán al momento de otorgar y desembolsar los recursos necesarios para apoyar a los países más pobres, cuyas finanzas, ya disminuidas entes de la pandemia, han sido severamente afectada por la crisis de salud.
En lo que siempre existió consenso fue en la necesidad de crear este fondo y desembolsar los recursos necesarios que les permitan transitar por esta emergencia de la mejor manera posible, toda vez que existen naciones que no tendrán la suficiente fortaleza financiera para afrontar las repercusiones y secuelas que está dejando la Covid-19 a su paso, traducidas en cierre de empresas, disminución de fuentes de empleo, incremento de los hogares en pobreza y un sinfín de nefastas consecuencias para la población más vulnerable.
El tiempo, afortunadamente jugó a su favor. Y, tras más de 90 horas de extenuantes sesiones de trabajo entre las partes involucradas, fue aprobado este inaudito y necesario plan de recuperación económica post Covid-19.
Los países que integran el bloque europeo están plenamente convencidos de la urgente necesidad de contar con estos recursos, con los cuales se puede disipar parte del impacto económico de la pandemia, que además de arrastrar a las economías más débiles, trae consecuencias aún mayores, haciendo tambalear incluso hasta a los más fuertes, con lo que se haría más difícil atacar el virus de la recesión, amenaza esta que se cierne sobre los países que, en el viejo continente, presentan mayores desigualdades económicas y sociales.
Este histórico acuerdo, el cual muchos pesimistas vaticinaron como casi imposible de alcanzar, evidencia el espíritu de solidaridad y unión que gran parte de la humanidad está necesitando en tan difíciles momentos. Una iniciativa que despeja cualquier duda acerca del trabajo en equipo que las naciones de la UE están llevando a cabo para minimizar el impacto económico y social de la pandemia en la región.
Un ejemplo de cómo la preocupación, es transformada en acción.