Trombosis venosa asociada al cáncer

Uno de cada cinco pacientes diagnosticados de trombosis venosa tiene cáncer

La FEC y la AECC consideran que es necesario involucrar al paciente con cáncer y a sus cuidadores en las estrategias de prevención y adherencia al tratamiento para prevenir la trombosis venosa

Redacción/ Sur Media Madrid

La Fundación Española del Corazón (FEC) y la Asociación Española contra el Cáncer organizan un directo online en el que se hablará extensamente de la trombosis venosa asociada al cáncer y la importancia de garantizar el acceso de los pacientes a tratamientos anticoagulantes basados en la evidencia

Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el 4 de febrero, la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) organizan mañana miércoles 2 de febrero un directo online que se retransmitirá a través de la web de la FEC (fundaciondelcorazon.com), bajo el título ‘Trombosis y cáncer: ¡Muévete, cuídate!’

El encuentro pretende informar y concienciar sobre la trombosis venosa, un problema muy frecuente en el paciente oncológico que genera una elevada morbimortalidad: uno de cada cinco pacientes diagnosticados de trombosis venosa tiene cáncer y esta es la segunda causa de mortalidad en los pacientes con neoplasia. Además, el tromboembolismo de origen venoso asociado al cáncer representa el 30% de total de todos los que se producen y el riesgo de sufrirlo aumenta hasta 14 veces en el paciente con cáncer frente a la población sana.

Como explica la Dra. Teresa López Fernández, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) el cáncer aumenta hasta cinco veces el riesgo de trombos. En concreto, detalla que, aunque el riesgo de trombosis venosa varía a lo largo del proceso del cáncer, es mayor en algunos tumores como el de cerebro, páncreas y estómago; en los primeros meses tras el diagnóstico y durante las hospitalizaciones tras la cirugía oncológica.

“El estadio avanzado del cáncer, algunos tratamientos antitumorales, problemas de coagulación previos, la preexistencia de cardiopatías, enfermedades renales o pulmonares y el sedentarismo también se asocian a mayor riesgo de trombos”, añade.

No obstante, la trombosis venosa asociada al cáncer se puede prevenir y tratar con anticoagulantes, lo que mejora el pronóstico si se hace precozmente. “El tratamiento anticoagulante es eficaz porque, por un lado, disminuye la formación de nuevos trombos y, por otro, evita que los que ya se han formado crezcan”, apunta la especialista en cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Los tipos de anticoagulantes empleados con más frecuencia en los pacientes con cáncer son la heparina subcutánea y los nuevos anticoagulantes orales de acción directa (ACOD). Sin embargo, el acceso a estos últimos no está asegurado en pacientes con cáncer y es desigual entre comunidades autónomas.

En este sentido, la Dra. López Fernández recuerda: “En las últimas guías de práctica clínica europeas y americanas, los anticoagulantes orales de acción directa se posicionan como una alternativa segura y eficaz en pacientes con trombosis asociada al cáncer”.

También defiende que es imprescindible personalizar el tratamiento anticoagulante en función del escenario clínico, así como garantizar el acceso de los pacientes a tratamientos basados en la evidencia.