Sin respuesta ante fallecimiento de una vecina

<2>Sin respuesta ante el fallecimiento de una vecina de Valdemoro en el Hospital Infanta Elena

Lo público y lo privatizado
Julio Lumbreras/ Valdemoro Digital

El pasado 12 de septiembre Carmen Parra Corrales, ingresó en urgencias en el Hospital Infanta Elena de Valdemoro, en urgencias según nos relata su hija Maricarmen, el trato fue de lo menos empático, sin un diagnóstico claro, Carmen fue ingresada en planta ante el grave estado en que se encontraba, tras varios días ingresada, finalmente se le realiza una resonancia y otras pruebas clínicas, según la geriatra del centro hospitalario, lo que padecía Carmen era consecuencia de una “infección”, pero en realidad (reconoció) se trataba de un “ictus”.

La ausencia durante 10 días, de un diagnóstico claro y la falta de las pruebas necesarias para detectar el ictus y sin ningún tipo de tratamiento, ni siquiera se le administró la medicación que tomaba habitualmente Carmen, dio como resultado su fallecimiento totalmente sedada el pasado día 23 de septiembre.

Ante estos hechos, su hija Maricarmen, presentó una queja ante el Hospital Infanta Elena con fecha 28 de octubre del presente año, a la fecha, no han recibido respuesta alguna a su queja por parte de la institución sanitaria responsable.

Este, es solamente un caso de los muchos que durante el tiempo hemos recibido como denuncias por parte de usuarios del hospital Infanta Elena de Valdemoro, pero en esta ocasión hemos querido dar visibilidad a este caso específico, por el dolor y la traumática experiencia que ha vivido la familia de Carmen Parra Corrales. Como todos sabemos, el Hospital Infanta Elena de Valdemoro, es un hospital público de gestión privada, concretamente por parte de la empresa Quirón salud, durante esta pandemia que padecemos existen y han existido serias dudas, en cuanto a la labor que realiza esta empresa privada, con la gestión de un hospital público que da servicio a una población de casi 150.000 habitantes.

Desvíos de pacientes hacia otros centros hospitalarios, falta de especialistas en el servicio de urgencias, derivaciones de casos graves de Covid 19 hacia la Fundación Jiménez Díaz gestionada como todos sabemos por la misma empresa Quirón salud. Trabajadores del mismo hospital, han transmitido a Valdemoro Digital las condiciones en que se trabaja y se desarrolla su labor, tanto médicos como sanitarios de este centro (que guardan su anonimato para evitar posibles represalias por parte de Quirón Salud), como control del tiempo en consulta para la atención de los pacientes, limitación de pruebas clínicas a las estrictamente mínimas exigibles, cirugías que se trasladan otros centros hospitalarios por falta de personal especializado, pero que finalmente se realizan en la Fundación Jiménez Díaz propiedad de la misma empresa que factura al Servicio Madrileño de Salud.

Es lamentablemente en realidad, que nuestras “fuentes en el Hospital Infanta Elena”, tengan miedo a declarar su identidad, por temor a las represalias de la gerencia del centro, incluso Delegados de Empresa, están en la mira de la dirección del centro. Esto no sucede en los Hospitales 100% públicos de la Comunidad de Madrid.

Esto nos da una idea clara, de cómo funciona la sanidad pública gestionada por el capital privado, para una empresa privada la salud y el bienestar de los pacientes siempre será un tema secundario, “porque lo primario simplemente es ganar dinero”. En base a ese precepto, es lógico que el funcionamiento de una institución pública gestionada por una empresa privada, priorice siempre la utilidad económica de su negocio por encima de la labor social que realiza.

Sin embargo, no podemos juzgar a grupo Quirón por sus procedimientos, ya que ellos se ciñen a la ética de empresa, los responsables directos de este tipo de gestión deshumanizada, son los que han privatizado la Sanidad Madrileña, los gobiernos de Esperanza Aguirre y los posteriores, a la sombra de las grandes tramas de corrupción en nuestra Comunidad, son los únicos responsables del estado en que se encuentra el servicio de salud pública de Madrid.

Esperamos que el Hospital Infanta Elena, de una respuesta en la brevedad posible a la queja de Mari Carmen y que su familia pueda seguir con su vida, tras la dolorosa perdida de su madre Carmen Parra Corrales QEPD, y que todos los que utilizamos la sanidad pública en Valdemoro, Ciempozuelos, Titulcia o San Martín de la Vega, tengamos derecho a la atención digna que merecemos, con todo el derecho a ser bien tratados y a que se empleen los recursos necesarios para tratarnos de los padecimientos que podamos tener, ahora y en el futuro.
Lamentablemente, nuestra salud y la de nuestras familias ha sido puesta en manos del “mejor postor”, que no necesariamente el mejor para tratarnos cuando caemos en la enfermedad.