Sanidad pública en estado crítico

En estado crítico la sanidad pública en Valdemoro y en la Comunidad de Madrid

El objetivo liquidar la sanidad pública y obligar a los ciudadanos a recurrir a la sanidad privada

Redacción/ Julio Lumbreras

Con más de 620 días con los servicios de urgencia de atención primaria cerrados en el centro del Restón, con recortes de más de 800 millones de euros en sanidad con relación a antes de la pandemia, sin contrataciones de personal médicos y enfermeras, sin recuperar las plazas de sanitarios que se jubilan o se encuentran de baja médica, el panorama está muy claro, la señora Ayuso y sus acólitos de la derecha (Ciudadanos, Partido Popular y Vox), Están demostrando día a día, que tienen una línea muy clara: Liquidar la sanidad pública y derivar a los ciudadanos a que tengan que pagar los servicios privados en atención primaria.

Son unos canallas de medio pelo, pues ni siquiera van de frente en su afán privatizador, y encima tienen el descaro de pedir más recursos al Gobierno de la nación para hacer más ricos todavía con el dinero de todos a sus amigos empresarios de la sanidad privada.

La sanidad pública en Valdemoro y en el resto de la comunidad, está herida de muerte, Valdemoro que a estas alturas con más de 80000 habitantes, continúa teniendo únicamente dos centros de atención primaria como cuando tenía 40000, es decir la mitad de población, padece y padecerá si no se pone remedio, a que los ciudadanos tengan que contratar seguros privados para poderse atender un resfriado, un dolor o cualquier infección, el objetivo claramente de este Gobierno y quienes lo sustentan, es liquidar los centros de atención primaria, así que si alguien necesito una consulta tendrá que acudir a un seguro privado y si se trata de una urgencia podrá ir un hospital cada vez más precarizado, donde seguramente los amigos de Ayuso, le pondrán algún parche y le derivaran hacia la atención privada.

Probablemente muchos valdemoreños, todavía no se den cuenta de la perversa maniobra de este Gobierno de mediocres, que odia a las clases populares y la mejor forma de vengarse de los ciudadanos de escasos recursos, es robarles sus derechos constitucionales a una educación y una sanidad pública y de calidad.

Estamos asistiendo a un momento extremadamente grave y si no se remedia, sin punto de retorno, luego vendrán las quejas y las lamentaciones, pero esta es la realidad y solo alguien sin entrañas, sin alma, sin empatía, puede estar de acuerdo con esta maniobra liquidadora del Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Valdemoro.

El alcalde de esta ciudad el señor Parra, si tuviera un mínimo de dignidad, se plantaría en la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid, para exigir la apertura de las urgencias del Centro del Restón y la apertura del tercer centro de salud comprometido sine die, por el Gobierno de la señora Ayuso. Pero claro, eso es mucho esperar un alcalde mediocre, que ya está buscando puerta de salida para su carrera política en las filas del Partido Popular de Valdemoro.

Es curioso, que el partido del Sr. Parra “Ciudadanos”, se anunció a bombo y platillo en su surgimiento, “como una opción para renovar la vieja política” y digo curioso, porque finalmente lo que han demostrado, es ser la “marca blanca” de la derecha más rancia y corrupta de este país, en 2023 tendremos la oportunidad en Valdemoro de plantarle cara a estos sinvergüenzas que se escudan tras la política, y decirles que no queremos volver a saber de ellos, que se busquen un trabajo decente, que dejen de lucrarse con las arcas públicas con salarios que no disfruta ni un 20% de la población de este país, para finalmente realizar una gestión en el Ayuntamiento que pasará a la historia cómo inútil y baldía, ya no sirven las buenas palabras, andarse con contemplaciones con quienes desde un Ayuntamiento o un Gobierno autónomo nos quieren robar nuestro estado de bienestar que tanto esfuerzo y tanto trabajo costó a las generaciones que nos preceden.

Nos estamos tardando en organizarnos y salir a defender la Sanidad de todos, esperemos no tener que lamentarnos en futuro muy, pero que muy cercano.