La Púnica sigue abierta en Valdemoro

La Púnica vuelve a Valdemoro

Anticorrupción todavía tiene viva la línea sobre el blanqueo internacional y el amaño urbanístico de Valdemoro

Redacción/ Valdemoro Digital

El avance de la investigación que arrancó a mediados de 2014 también ha permitido estrechar el cerco a la conocida como Alfedel (pieza 11). Aunque menos mediática que otras líneas, la de Alfedel se considera ya como el otro gran pelotazo de la trama. Consistió en la construcción de colegios privados en suelo público. Alfonso Ferrón, dueño de la empresa, se apropió de «cantidades millonarias» provocando un desfalco a los cooperativistas que participaron en la operación de 15 millones de euros.

Los hechos de Alfedel tuvieron lugar en Valdemoro, epicentro de Púnica donde todo empezó y a donde, ocho años después, todo apunta en su recta final. Esto es así porque una de las piezas que todavía se mantiene bajo instrucción es la relativa al pelotazo urbanístico de esta localidad madrileña de la que fue alcalde Granados (pieza4). Aunque el magistrado Manuel García Castellón archivó las diligencias apuntando que los hechos, ocurridos en 2004, estaban prescritos, la Sala de lo Penal corrigió esta decisión y le ordenó seguir rastreando.

Los fiscales sostienen que la trama siguió operando los siguientes años, convirtiéndolo sí en un delito continuado. Se dedicaron a vender parcelas de suelo público (PGVOU de 2004) a los empresarios de la red para ejecutar ellos el desarrollo urbanístico y beneficiarse de las recalificaciones. Están imputados por estos hechos Marjaliza (quien en el marco de su colaboración con la Justicia ha confesado los hechos), además del constructor Ramiro Cid Sicluna y el presunto testaferro de Granados, Ignacio Palacios.

Obras de arte millonarias

Tal y como informó el Diario Voz Populi, recientemente la UCO incorporó a esta pieza cuarta de Púnica una denuncia anónima en la que se apuntaba a otra corruptela urbanística en dicha localidad. El juez tomó declaración al denunciante el pasado 14 de julio. Antes interrogó a una de las testigos clave del pelotazo de Urbanismo. Como avanzó este medio, la responsable de política urbanística de Valdemoro, Montserrat Pacheco, pasó de ser colabora de Anticorrupción a figurar como imputada por un total de siete delitos. Se le acusa de aprovechar su puesto de mando para ocultar sistemáticamente pruebas de calado a los investigadores.

Granados en el primer juicio de Púnica

En paralelo, otra línea de investigación que sigue adelante es la relativa al blanqueo internacional. Este delito se ha investigado a lo largo de los años en varias líneas de la red, como la de la caja B o la propia de Valdemoro. Sin embargo, el juez entendió en agosto de 2020 que el asunto se debía investigar de manera separada. Así fue cómo nació la pieza 12. En el marco de esta se ha recabado información clave de Suiza, Costa Rica o Liechtenstein.

Estos fueron algunos de los destinos donde los principales cabecillas desviaron sus ganancias para ocultarlas al fisco español. Recientemente, Anticorrupción ha podido repatriar todas las obras de arte que Marjaliza tenía en Suiza. El constructor manifestó su consentimiento el pasado 29 de junio ante la Fiscalía helvética para repatriar el botín extranjero. Se trata de obras de arte de más de 2 millones de euros, 185 plumas estilográficas con valor cercano a los 2,5 millones y series exclusivas con incrustaciones de piedras semipreciosas.

En estos años de investigación solo una pieza ha sido juzgada y condenada en firme. Se trata de la primera de ellas, bautizada como el ‘chivatazo’. Granados recibió su primera condena en Púnica de dos años por beneficiarse de una información que le dio un guardia civil amigo acerca de que estaba sometido a vigilancia por agentes de la UCO que le investigaban por Púnica. Este agente, José Luis Rodríguez Talamino, y otro más en excedencia, fueron condenados también por estos hechos.