El Dogecoin pasó de la sátira a la realidad

La historia del Dogecoin, la moneda virtual que pasó de la sátira a la realidad

Por: Moris Beracha
Redacción/ Sur Media Madrid

En este año de pandemia la popularidad del Dogecoin ha ido en ascenso. Hace pocos días vimos cómo su cotización creció de manera importante. De hecho, esta moneda digital logró una capitalización de mercado por encima 50.000 millones de dólares, luego de que sus seguidores en las redes sociales publicaran unas etiquetas para impulsar el repunte de esta criptodivisa parodia.

De esta manera, y sin proponérselo, ha superado la valoración de otras criptomonedas y se ha ubicado en el quinto lugar dentro de la lista de criptoactivos que se transan en todo el mundo.

Esta moneda digital nació en diciembre de 2013 como un meme, es decir, una sátira que criticaba a los adeptos de los criptoactivos. Ahora, ¿quiénes fueron los responsables de su “despegue? Billy Markus, un programador de la empresa de IBM de Portland, Oregon, y Jackson Palmer, quien trabajaba para Adobe.

Ambos decidieron comprar el dominio dogecoin.com, pero lo hicieron sin ninguna expectativa más allá de continuar jugando con ese meme que ya existía, llamado “doge” y que circulaba por Internet.

Crearon así toda una identidad a través de una mascota a la que le dieron el nombre Shiba Inu, imitando el meme en el que se inspiró y que presenta al mismo perro en Comic Sans. Al sitio le colocaron la siguiente identificación: “Dogecoin es una moneda digital entre pares de código abierto que es favorecida por los Shiba Inus de todo el mundo”.

Pero lo que nació como una broma entre dos jóvenes dedicados la industria de sistemas se transformó en una realidad. De repente la popularidad del Dogecoin se disparó y con el paso del tiempo comenzó a cotizarse al igual que el Bitcoin y otras criptomonedas.

Sin embargo, hay algo que diferencia al Dogecoin de otras monedas digitales y es la comunidad online que posee. De hecho, en Reddit ha logrado elevadas recaudaciones. Y como es lógico también tiene sus detractores, quienes consideran que es solo una exploración ociosa de comunidades en línea.

La verdad es que, si bien el Dogecoin es una moneda virtual que se puede comprar y vender como una inversión y pagar con ella algunos bienes y servicios, su mercado no es muy profundo ni extensivo.