Disparates, bulos y “balas” en la campaña

Disparates, bulos y “balas”

Lo que nos deja esta campaña electoral inédita en la Comunidad de Madrid

Redacción/ Valdemoro Digital

Este próximo martes 4 de mayo, se celebran las elecciones autonómicas de Madrid que darán como resultado el nuevo Gobierno Regional que regirá el destino de más de siete millones de madrileños durante los dos próximos años.

Lo que nos deja esta campaña electoral inédita producto del oportunismo político del Partido Popular y los asesores de la actual presidenta Isabel Díaz Ayuso, son grandes dosis de disparates, bulos y “balas”. Isabel Díaz Ayuso ha diseñado una campaña cuya estrategia principal, ha sido desarticular al socio de gobierno Ciudadanos, fagocitarlo y hacerlo irrelevante para sumar sus votos para el Partido Popular.

Para lograr este primer objetivo, y desde el minuto 1, Ayuso ha descargado toda su verborrea Trumpista y radical, se buscaba la polarización hacia los extremos dejando a su antiguo socio sin espacio para respirar, en un “centro imaginario” en el que nunca han estado, el candidato Edmundo Val, ha naufragado y hasta dado pena, poniéndose de rodillas ante Ayuso, implorándole un nuevo pacto de Gobierno que reeditara el anterior. Los de Ayuso tirando de toda su artillería mediática, han dejado sin espacio de maniobra a un Ciudadanos en caída libre.

Logrado el primer objetivo, un segundo objetivo ha sido tratar de blanquear a la ultraderecha, haciendo entender a su electorado “que los fascistas, no son tan diferentes a los populares”, el sumun ha sido la declaración del alcalde de Madrid “Somos Fascistas, pero gobernamos mejor”, lo que claramente pretende arrastrar a muchos votantes de los ultras hacia su molino.
Otra estrategia clave de la campaña de Ayuso, ha sido la de utilizar el disparate para tensar la cuerda hacia los extremos, campañas de bulos pretendiendo enlodar a los líderes de la izquierda, asustando desde el primer momento de la campaña: “Comunismo o Libertad”, “que vienen los rojos”…

Hay que decir que en honor a la justicia, los disparates de la Trump madrileña, han logrado lo que parecía difícil al principio de la campaña electoral, que un timorato Gabilondo, se cogiera de la mano de Pablo Iglesias y Mónica García, el resultado de esta estrategia se verá en la noche del día 4 de mayo, si le sale bien, seguramente gobernará con la ultraderecha fascista con comodidad, si le sale mal, seguramente Ayuso desaparecerá de la escena política española con más pena que gloria.

La derecha de este país ha utilizado todos los recursos económicos propios y ajenos (públicos) para sobornar o dopar para ser más suaves, a los principales medios de comunicación, para que casi diariamente, hicieran públicos “bulos”, seudo noticias y rumores sin fundamento, hasta llegar a la apología del cinismo. Que se hablara de otros y no de la gestión del Gobierno Ayuso, silenciando (comprando voces de los medios informativos) le debe haber salido al Partido Popular muy caro, pero no se preocupe ciudadano, si ganan las elecciones la factura se la cobraran del erario y nuestros impuestos.

Solamente, la convocatoria de elecciones en un día laborable, cosa inédita en España, es ya una forma de “manipulación de libro”, el objetivo sin duda, es desmovilizar a muchos trabajadores para que se les complique la participación en el proceso electoral.

Y Mientras tanto la Izquierda

La campaña de la izquierda madrileña se preveía complicada, ya que los horizontes marcaban un descenso en la intención de voto hacia el PSOE, en gran parte debido a su candidato Gabilondo, que podría hacer retroceder al bloque de la izquierda madrileña respecto a las elecciones de 2019, un escenario donde Unidas Podemos podría haber quedado fuera de la Asamblea de Madrid al no sumar los apoyos necesarios y la suma del PSOE y Más Madrid no daría para derrotar a Ayuso.

El revulsivo, ha sido el anuncio del vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias, como candidato de la coalición Unidas Podemos, que tuvo, ha tenido y sin duda tendrá, un impacto positivo para las expectativas electorales, no solamente de Unidas Podemos, sino para la izquierda en general de cara a alcanzar los suficientes apoyos para desalojar a Isabel Díaz Ayuso de la Puerta del Sol este 4 de mayo.

Gabilondo (PSOE)

El inicio del candidato desde la precampaña fue errático y tibio, según su propia descripción, “él es un soso”, declaraciones como “Que si gobernara la Comunidad de Madrid, no subiría los impuestos” mientras el Gobierno de España anunciaba la subida de impuestos en todo el Estado, o “Con Pablo Iglesias NO”, y luego tenderle la mano en el debate televisivo de Telemadrid, han ido dando paso a un discurso más político y de izquierda, sin duda obligado por las circunstancias, después del lamentable espectáculo del “Debate en la Cadena SER” por parte del los nostálgicos del nacismo y el franquismo.

Sin embargo, y a pesar del redireccionamiento de la nave socialista en el tramo final de la campaña, la pérdida de votos del PSOE parece estar asegurada.

Mónica García (Más Madrid)

La candidata de los descendientes de “Carmena”, ha sido muy interesante y destacado por su mensaje basado en propuestas, eludiendo la confrontación por la confrontación y denunciando la nefasta gestión de Ayuso al mando de la Comunidad de Madrid en uno de los peores momentos vividos en la historia de la región por la pandemia.

Mónica García, ha pasado de ser prácticamente una desconocida para la gran mayoría de los madrileños, a una persona que se ha ganado el cariño y la cercanía de muchas personas, la pregunta es si ese carácter manifestado en sus intervenciones durante la campaña electoral, logrará movilizar a los electores necesarios para aumentar la presencia de Más Madrid en la Asamblea Regional y así sumar a la causa común de la izquierda democrática.

Pablo Iglesias (Unidas Podemos)

El anuncio de su candidatura para la presidencia de la Comunidad de Madrid ha sido un detonante sin lugar a dudas, el impacto ha sido evidente, Iglesias sí moviliza un electorado fiel de la izquierda (PODEMOS e Izquierda Unida) arraigado sobre todo en los barrios populares y municipios conurbados del llamado “Cinturón Rojo”, y sin duda, este ha sido el objetivo estratégico perseguido por la coalición, solamente la entrada en la campaña de Pablo Iglesias, ha cambiado exponencialmente las expectativas de Unidas Podemos, de dudarse si la agrupación obtendría el porcentaje necesario de votos para entrar en la Asamblea de Madrid, a duplicar las expectativas de voto para Unidas Podemos en un solo día.

Prueba de que Iglesias representa el mayor aliciente para la movilización del voto de izquierda, son los reiterados ataques que ha sufrido en su persona por parte de la histriónica Isabel Díaz Ayuso y sus medios de comunicación afines, que han colocado al candidato de Unidas Podemos en la “diana” de la “caverna mediática” y también literalmente en la “diana” con el envío de las “balas” a Pablo Iglesias, a su familia y a otros miembros del Gobierno.

Mucha de la esperanza de los demócratas de este país y de la izquierda madrileña, pasan por un avance importante de los votos en los sectores más castigados de los barrios y municipios del sur de Madrid, si logran vencer la tradicional “apatía” del votante de izquierdas este 4 de mayo la victoria puede estar asegurada.

La derecha, convertida ahora en “trumpismo” y demagogia fascista, ha basado su campaña en disparates, bulos y “balas”.
La izquierda ha logrado lo que nunca se había visto, caminar juntos en aras de un objetivo común: “Desalojar al populismo de Ayuso de la Puerta del Sol este 4 de mayo”.