REFLEXIONES COTIDIANAS – El Arte de Acompañar
REFLEXIONES COTIDIANAS – El Arte de Acompañar
Del temor al amor…
Reflexión del día: 06-04-2020
Estos tiempos de confinamiento obligado, de “quedarnos en casa”, de cuidarnos y de cuidar a los otros, suelen ir acompañados de reflexiones no habituales.
Los temores de todo tipo tienden a inundar la atmósfera mental. La realidad que se observa y la información que nos llega despiertan temores que subyacen siempre agazapados en el fondo de nuestra conciencia.
El temor a la enfermedad, el temor a la soledad, el temor a la pobreza y el temor a la muerte, generalmente escondidos tras el vértigo de las actividades cotidianas, parecen florecer dentro nuestro en las situaciones críticas como la actual.
¿Cómo evitar que nuestra cabeza se deje arrastrar mecánicamente hacia pensamientos que sólo aumentan el sufrimiento mental?
¿Cómo evitar la angustia que suelen acompañar estos temas? ¿Cómo ayudar a que nuestros pensamientos se orienten en una dirección constructiva para nosotros y para quienes nos rodean?
No es con grandes explicaciones. Es con reflexiones y con prácticas sencillas y diarias.
Te compartiré un pequeño secreto… Una práctica muy simple que te ayudará a superar el sufrimiento y te pondrá en contacto con lo maravilloso que anida en tu interior.
No dejes que el temor te invada… Tampoco, si te invade lo reprimas. Pero puedes adelantarte a su surgimiento imprevisto. Puedes ayudarte y ayudar a otros a que tus pensamientos se orienten en una dirección positiva aún en momentos de zozobra y crisis como la actual.
Destina unos pocos minutos en la mañana… Todas las mañanas.
Respira profundo. Siente el aire en tus pulmones. Atiende con afecto a tu interior y agradece el estar vivo.
Luego, algo muy simple. Elige algo o a alguien en tus cercanías. Atiende sin prejuicio, sin opinar, solo atiende a algo/alguien que despierte tu interés…
¿Tal vez puedas mirar una flor o un árbol que tengas cerca? ¿Tal vez una música que escuchas? ¿Tal vez elijas el aroma de un perfume que te cautiva? ¿Tal vez la sensación de los rayos del sol…o el caer de la lluvia?
¿Tal vez sea la imagen y sientas la presencia de un ser querido? Sólo atiende, concentra tu atención y siente…
Todo tu “ser” se concentra en aquello que atiendes y sientes… y agradece en tu interior…
Observa y atiende suavemente lo elegido por unos instantes… el tiempo máximo que puedas sin distraerte.
Intenta hacerlo todas las mañanas.
Bastarán sólo unos minutos y verás como poco a poco tomas contacto con sentimientos profundos que anidan en tu interior.
Entonces, cuando en otros momentos, la cabeza se dispare mecánicamente hacia esos temores irracionales que generan angustia… trata de recordar las sensaciones de la mañana. Trata de hacer presente las sensaciones de tu reflexión matinal. Y del temor… irás hacia el amor.
El Arte de Acompañar
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